2, febrero, 2016
Había días en que los folios
o cuartillas ‘ya estaban escritos”, lo cual casi era “un problema”
porque no había lugar a réplica o duda.
Había días que, por decirlo con simplismo
extremo, en las calles las faldas eran más cortas, las camisetas exiguas y los días –quizá- dilatadamente naranjas y
plenos.
Había días, tal vez, en los que uno
respiraba a pleno pulmón sin darse cuenta, con naturalidad y complacencia, y
todas las nieblas interiores retrocedían ante el avance de un sol de plenitud sin concesiones
Había días… tantos días (tan cercanos
todavía) que, sólo de pensarlo, hoy, agotan el pensamiento tal vez debido a una renovada sordidez
anticipada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario