22, marzo?, 2017
El miedo eran las calles
las voces no escuchadas
los labios excesivos
los laberintos invisibles
el verbo ardiente y callado
la luna nueva escondida
en el fondo de un pozo
donde yacían las horas,
todas,
El miedo, simplemente,
eran los grandes espacios.
El miedo, ya incluso,
era cada paso en la penumbra
desorganizada del mundo.
…Y todo tan grande,
tan pequeño, inmediato,
gélidamente sórdido,
tristeza inmensa
por calles olvidadas
o avenidas sin historia.
El miedo, ya concretando
es/era el amor, pero, sobre todo,
la ausencia del amor.
Es/era la belleza, o la falta de ésta,
el instante vivido o el miedo
a perder ese instante
en un caos de minutos
y días eternamente
inservibles.
G. Cabal
No hay comentarios:
Publicar un comentario